07 julio 2008

Una nueva anestesia evita el dolor al tiempo que mantiene la sensibilidad y la consciencia

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Científicos del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.) han dado con una anestesia que mantiene intactas todas las sensaciones, salvo el dolor. Este novedoso anestésico, además de ser una nueva arma para luchar contra el dolor crónico, puede facilitar muchas intervenciones quirúrgicas.

Estos expertos cuentan en la revista "Nature" cómo la combinación de los fármacos lidocaína y capsaicina crea una anestesia local que bloquea la sensación de dolor mientras se conserva la consciencia, la capacidad para caminar o el tacto. De esta forma podría haber partos en los que la madre no perdería la capacidad de empujar para facilitar la salida del bebé, y ello sin sufrir. También podría emplearse en tratamientos odontológicos.

Según los investigadores estadounidenses, un derivado de la lidocaína (un anestésico común) y la capsaicina (un ingrediente activo de la guindilla) bloquean en exclusiva las neuronas responsables del dolor y evitan que la información llegue al cerebro. Esta combinación se inyectó en roedores en una zona próxima a los nervios ciáticos. Los animales no sintieron nada cuando recibieron pinchazos, pero seguían moviéndose con normalidad y reaccionaban cuando se les tocaba. El efecto duró dos horas.

Todavía es pronto para saber si esta anestesia funcionará en humanos. Si así fuera, las personas con problemas crónicos resistentes a los calmantes actuales contarían con un nuevo tratamiento.

En teoría, esto significa que una mujer que está dando a luz podrá tener una inyección epidural sin perder el movimiento de las piernas o la sensación del nacimiento del bebé.

Los anestésicos locales convencionales afectan a todas las células nerviosas, lo que genera parálisis y entumecimiento. Pero los científicos estadounidenses lograron seleccionar y bloquear efectivamente las células nerviosas receptoras de dolor, sin interferir con otro tipo de neuronas.

La sustancia clave es la capsaicina, el compuesto químico que hace a los chiles picantes. Todavía falta probar el fármaco en humanos pero según el experto, el avance es potencialmente muy importante.

"La capsaicina ya se utiliza como anestesia tópica, sobre la piel", dijo a BBC Ciencia la doctora Noemí Rosenfeld, Presidenta de la Sociedad Argentina para el Estudio del Dolor. "Hasta ahora no se ha inyectado en el ser humano, así que esta investigación podría ser un avance enorme", afirma la experta.

El estudio, que se publica en la revista Nature, fue llevado a cabo con ratas que recibieron inyecciones cerca del nervio ciático, que viaja por las patas traseras del animal. Los científicos descubrieron subsecuentemente que los ratas perdieron la sensación de dolor en las patas pero continuaron moviéndose normalmente y reaccionando al tacto. Combiandos, afirman los investigadores, estos compuestos solamente se dirigen hacia las neuronas receptoras de dolor, evitando que envíen señales al cerebro. "La capsaicina ya se ha usado durante mucho tiempo para el tratamiento del dolor neuropático" afirma la doctora Rosenfeld.

"Por ejemplo la alodinia, cuando la sensibilidad de la piel está exacerbada y el simple tacto produce intenso dolor". "Y cuando se aplica la capsaicina en primera instancia produce un ardor intenso en la piel, pero luego produce una sensación de absoluto alivio y casi eliminación de la sensibilidad dolorosa", agrega. Si a esto se agrega lidocaína que es una anestésico local, explica la experta, la acción será potenciada y se eliminará por completo el dolor.

A pesar de la enorme inversión en la investigación de los anestésicos, el control del dolor quirúrgico ha cambiado muy poco desde la primera demostración de una anestesia general en 1846. Los anestésicos locales y generales funcionan bloqueando todas las neuronas, no sólo las receptoras de dolor.

Es por eso que estos fármacos producen efectos secundarios importantes, como la pérdida de conciencia en el caso del anestésico general o la parálisis temporal en el caso del local. La capsaicina, además de hacer picante al chile, tiene una propiedad extraordinaria: puede abrir un canal en la pared celular de las células nerviosas. Este canal es suficientemente grande para permitir el paso del QX-314. Sin embargo, sólo puede hacerlo en las paredes celulares de las neuronas receptoras de dolor, lo que significa que sólo estas neuronas se verán afectadas por el anestésico.

Según los investigadores, esto tiene el potencial de "cambiar profundamente el tratamiento del dolor" antes y durante las millones de operaciones que se llevan a cabo bajo anestésicos cada año. Y también podrían beneficiarse los pacientes que sufren dolor crónico, ya que se eliminaría los efectos secundarios en las funciones del sistema nervioso, como pensar, mantenerse alerta, y la coordinación de movimientos.

Los expertos subrayan sin embargo que la técnica no se ha probado todavía en humanos y hace falta comprobar si la capsaicina puede inyectarse de manera segura a través de la piel.

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