28 octubre 2006

Máscara laríngea proseal

Autores :Dres. Gustavo Navarro Sánchez y Katia T Mazaira Avila,

Hospital Universitario. "Calixto García Iñiguez".
Ciudad de la Habana.
Revista Cubana de Anestesiología

Los primeros prototipos de mascara laríngea datan de principios de los años 80. Se completó su desarrollo y comenzó su uso masivo en el año 1988. Es la primera alternativa útil conocida de abordaje de la vía aérea después del tubo orotraqueal. Posteriormente se desarrollaron diferentes generaciones. Todas mantienen en el extremo del tubo una máscara de forma elíptica cuyo reborde lo forma un manguito insuflable, que lo asemeja a una máscara facial en miniatura. En el caso de la máscara laríngea Proseal, introducida en el año 2000, se le incorporó un segundo tubo lateral al tubo de la vía aérea y cuyo extremo distal se localiza en la punta de la máscara. La incorporación de este tubo gástrico tiene la finalidad de separar el tracto respiratorio del digestivo y permiten acceder al estómago con una sonda gástrica o, a la inversa, permite el escape del contenido gástrico al exterior y reduce de esta forma los riesgos de insuflación gástrica y de broncoaspiración. Por demás el balón insuflable de la mascara laríngea proseal tiene mayor complacencia que la de la máscara laríngea clásica. Una vez insuflado se distiende hacia la parte posterior y hacia alrededor, lo cual empuja anteriormente la máscara y permite un mejor sellado contra la apertura glótica y el desarrollo de presiones pico de la vía aérea superiores a los 30 cm. de agua sin pérdidas. Permitiendo una ventilación mecánica a presión positiva más segura. Al colocar de forma adecuada la punta de la máscara, el extremo distal del tubo de drenaje, enfrenta el esfínter esofágico superior.


TÉCNICAS DE INSERCIÓN

La PLMA (mascara laríngea proseal) puede ser insertada manualmente, con el uso de un introductor de metal o con la bujía elástica como guía. Se coloca el paciente en la posición para la intubación traqueal, con la mano libre se estabiliza el occipucio. Se abre completamente la mandíbula el dedo índice de la mano derecha empuja a nivel de la salida del manguito a la máscara, contra el paladar, guiándolo detrás de la lengua. El tubo avanza lentamente hasta encontrar una resistencia característica a nivel del esfínter esofágico superior. En caso de resultar difícil la inserción se puede recurrir a la bujía elástica, la cual consiste en pasar la bujía a través del tubo de drenaje colocándola en el esófago bajo visión directa o no, e insertar la PLMA utilizando la técnica digital con la bujía elástica como guía Se realizan determinadas pruebas para comprobar su correcta posición en la vía aérea:
• Comprobación de la separación del tracto respiratorio del digestivo: Las presiones en la vía aérea deben ser menores de 20 cm. de H2O. Se coloca una capa fina de gel que ocluya el extremo proximal del tubo
gástrico la cual no debe ser desplazada , en caso de que sucediera es indicativo del fallo del selle de la vía aérea con el consiguiente paso de aire hacia la vía digestiva .
• No debe observarse mas de un tercio de la porción superior de la mascara de lo contrario sugiere una inserción incompleta.
• Al comprimir el tórax no debe desplazarse el gel, cuando sucede es debido a la colocación del tubo gástrico a nivel de la glotis.
• La compresión de la horquilla supraesternal debe permitir el abombamiento de la película de gel. Esta prueba se realiza con la finalidad de comprobar que el tubo gástrico no este acodado. Normalmente la presión sobre la horquilla esternal se transmite al esófago y de ahí al tubo gástrico siempre que este no este colapsado.
La realización de estas pruebas solo es posible con este tipo de máscara, no así con otros diseños.



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