La preoxigenación, o mejor, desnitrogenación previa a la apnea en la inducción anestésica, pretende desplazar al nitrógeno alveolar sustituyéndolo por oxígeno, para conseguir una reserva intrapulmonar de oxígeno que permita el máximo tiempo de apnea con la menor desaturación. Durante la apnea, la velocidad de desaturación arterial depende principalmente del volumen de oxígeno contenido en el depósito pulmonar, de la saturación venosa mixta de oxígeno, y de la presencia de shunt intrapulmonar. Todos estos factores explican la mayor velocidad de desaturación durante la apnea en los niños, los obesos, los postoperados y la embarazada. Actualmente dos métodos de preoxigenación han demostrado ser altamente eficaces: la ventilación con volumen corriente durante 3 minutos administrando un flujo de oxígeno al 100% a través de una mascarilla facial bien sellada, y la realización de 8 maniobras de capacidad vital en un minuto. La eficacia de la preoxigenación se puede valorar por oximetría (fracción espirada de oxígeno) o bien por pulsioximetría. En un adulto sano, los dos métodos descritos garantizan una oxigenación suficiente (pulsioximetría entre 95-90%) tras un tiempo de apnea entre 6 y 10 minutos. Para leer el artículo completo clikear aquí.
Autores: M. Soro Domingo, F. J. Belda Nácher, G. Aguilar Aguilar, R. Ferrandis Comes, M. García-Raimundo, V. Martínez Ponsa,
Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital Clínico Universitario. Valencia.
Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital S. Francesc de Borja, Gandía, Valencia.
Correspondencia: Marina Soro Domingo, Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital Clínico Universitario,
Avenida Blasco Ibáñez, 17 46010 Valencia
E-mail: marinasoro@terra.es
Fuente: http://www.sedar.es/
05 noviembre 2006
Preoxigenación en anestesia
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